jueves, 22 de mayo de 2014

Rabadá Navarro al Fire

Tras mil días arrastrando mis miserias por los Mallos y siempre mirando de reojo el Espolón del Fire, al final  como dice el refrán: a cada cerdo le llega su San Martín  (y a este le llegó). En el fondo sabía que tarde o temprano acabaría haciéndola, y es que siempre por una cosa o por otra (entiéndase, excusas) pues eso, que nunca encontraba el momento,  que si hace frío, que si hace calor, que si el compañero, que si estoy flojo, cuando en realidad lo que hace falta  es solo una cosa: Ganas.





Así que dicho y hecho, tras un pequeño rodaje por los "bolos",  me pongo de acuerdo con Luismi a la primera en todo...  en todo, menos en la hora . Tras dura negociación, la cosa queda así,  8:30 h. en Zuera, contando con el retraso 8:45 h.  luego café relajado en Ayerbe,  llegada a Riglos, preparación de material con tranquilidad y finalmente aproximación (a mi ya me sale humo por las orejas, je,je) .  De camino vemos como por la mayoría de las vías hay ya gente subida por los primeros largos, algunos en la repisa de la visera, otros en la entosta del Pisón , algunos incluso en el collado del Puro, otros en el cuarto largo de Las Cimas y una cordada, los más tardanos en el L 1 de la Galletas.

Y nosotros como campeones más felices que perdices, nada menos que a la Rabada Navarro al Fire, bueeeno como vamos sobrados de tiempo todavía nos paramos  al pasar por el Pisón viendo una cordada como escalaba la vía del Pajaro.  Luego pasamos por entre la gente que están deportiveando en el circo de verano,  hasta estos han madrugado más que nosotros, pienso (menos mal que nadie nos pregunta donde vamos, que si no me muero de vergüenza). Todavía recuerdo hace dos semanas que vine con Jorge a Las Fisuras, como una "chorizada" de cuatro cordadas habían superado ya el primer tercio de la Rabadá cuando aun no eran las diez de la mañana (al final solo una de ellas consiguió salir por arriba).

En fin, que tras aproximar, estirar y otros asuntillos, son las once de la mañana cuando Luismi le mete mano al inicio del Espolón, diez metros hasta el primer clavo ya nos indican de que va esto,  luego travesías, panzas, diedros, muros, más travesías, más travesías, más...
En realidad nueve de los once largos tienen excursiones en travesía.  En varios sitios he leído que se pueden empalmar varios largos, pero pienso que esta opción queda para los que conozcan bien la vía y la repitan, para el resto, lo mejor será ir largo por largo sino queremos "liarla parda".





Bueno, no voy a entrar a explicar detalladamente largo por largo, ya hay bastante información en la red y en las guias, solo decir que los largos se desarrollaron con fluidez y que la reseña la abrimos algo así como doce veces por largo, je,je. En más de un paso estoy pillado con una mano y con la otra rebuscando en el fondo del bolsillo intentando sacar la reseña toda en un "arrugón" y luego sujetándola con los dientes para ver el camino a seguir, así que casi mejor llevarla grapada en la frente, je,je.  Comentar también que todos, absolutamente todos los largos tienen su aquel y que desde luego no hay ni uno solo de transición en el que nos podamos relajar.  Por momentos tengo la misma sensación que cuando hace años nos metimos en la Sudeste Clásica en el Midi con una reseña improvisada y un montón de apuntes en un papel roñoso que abrimos más de mil veces (no es broma) y que todavía conservo.

Decir también que ningún largo es especialmente difícil excepto la panza de 6b del  primero y el 6b de la panza de la Francesa en los que hay que pegar un par de resoplidos.  Sin embargo cuando terminas el noveno y te plantas ante el Torreón final la cosa cambia, aquí ya no hay trampa ni cartón, ni posibilidad de escaqueo ni alternativas, incluso un abandono sería complicado. Imagino las caras de Rabada y su colega Navarro cuando se colocaron en este punto y echaron la vista "p'arriba", se les tuvieron que caer los "güebos" al suelo, literalmente . Pues nada como digo, aquí ya no hay fisuras, ni diedros ni relieves donde trampear ni naa,  todo tieso p'arriba donde se puede disfrutar de un largazo de casi cincuenta metros entre 6a y 6b casi equipado con seguros alegres pero que te hacen ir tranquilo, (siempre que San Power no te abandone)  pues eso que más vale llegar fresco.  No creo que haya nadie de los muchos que han pasado por este torreón que no haya pensado en como aquella pareja de "fieras" tuvieron los "cojonazos" de subirse por aquí sin burilar (el que no se lo crea, que suba y juzgue) .  En fin, al loro también con el ultimo largo, que todavía no esta todo el pescado vendido.






Al final seis horas de actividad en esta mítica vía que hace ya tiempo que teníamos en la lista de espera y que por fin hemos podido disfrutar y que te deja una sensación como cuando escalas una vía grande en Montrebei, Ordesa, Midi, etc. Un besote conejil.

PD. Ah, y como dice el gran maestro Luichy, sobre todo no cometer el error de meterse en este jardín sin una buena reseña.