jueves, 7 de noviembre de 2013

Santiago Domingo y el hombre que susurraba a los camalots

Salida casi social de los pocos conejos que todavía quedamos operativos. El lugar elegido Montrebei, en cuanto a la vía, elegimos una de las más asequibles del lugar, pues más que el grado lo que buscamos esta vez es pasar un día relajado y echarnos unas risas (ya vale de pesadillas nocturnas).  Como componentes del equipo, los conejos fundadores, Diego y Antuan,  además de un servidor, y como  artista invitado, la actuación estelar de Santi,  (el hombre que susurraba a los camalots) que cada vez tiene más números (vamos, yo creo que tiene todos)  para entrar en el equipo Conejo.

Antuan, no se como te las arreglas, pero siempre sales...


Mientras tanto, Diego navega por el L1

Comenzamos el día con el misterio del madrugón de Antuan, que a día de hoy todavía no se sabe,  si es que se aturrullo con el cambio de hora, o quizás fue Marquitos que le despertó o como dice Diego, es que vino de empalmada, se admiten apuestas. Pero lo cierto es que veinte minutos antes de la hora ya estaba como un clavo esperando,  ¿¿¿-- ???  (si,  eso pensé yo cuando subí la persiana y lo vi en la acera de enfrente de mi casa .  De todas formas seguimos la hoja de ruta al milímetro,  así que según lo previsto, aterrizamos por Benabarre a las ocho de la mañana, dispuestos a llevar a cabo el ritual del almuerzo,  como si se tratara de la ceremonia del té.

Santi, que no quiere ni mirar "p'arriba"


Dieguico, a por el cable del plomo (Santi dice que aguanta, je,je.)

Poco después cogemos  la pista en Viacamp, y aun no son las diez de la mañana, cuando comenzamos a andar por el camino equivocado y solo diez minutos después, cuando nos damos cuenta del error y  nos volvemos  a meter en el coche, con todos los cacharros puestos.  Aun deben estar tosiendo la pareja que mientras desayunaban tranquilamente, veían atónitos como cuatro "matracos" salían del coche con los arneses puestos, cargados con toda la "cacharreía" cuerdas a la espalda incluidas,  todo eso en medio de una nube mezcla de polvo del camino, polvo de la magnesera,  y sobre todo de humo, mucho humo, del freno de mano, que con las prisas Dieguico se había dejado echado ¡¡¡Pero, que Coooonejos!!!.


Santi, tras haber "susurrao" mucho, mucho a los camalots del espectacular diedro del L 6



Antuan posando, si es que este hombre va para artista

En casi todos sitios que he leído, dice que es fácil encontrar la vía,  pues hombre, fácil, lo que se dice fácil, no es. Casi hora y media nos tiramos para pasar los tropecientos barrancos que bajan por toda la ladera,  sabemos que hay que llegar a la pared, pero por donde hacerlo es otra historia. Cuando por fin alcanzamos la tapia, llevamos más arañazos que cañamones dan por un duro (para el que no lo sepa, a perrica la tonelada).  Pero bueno lo que importa es que al fin alcanzamos la base de la pared, con la nariz como referencia, pasamos por una vía con una flecha al início, otra con una inscripoción, K.O, luego una cuerda fija, después una 7 V (siete venas, esta me la sé) , y al final, bingo, L S D ¡¡¡eeesta, es la nuestra!!!


¡¡¡Estaaaamos, tan agustiiito!!!


¡¡¡Oeee, ¿hay alguien por ahí?¡¡¡


 Sin perdida de tiempo sale Diego, que los palitos han decidido que sería mi compañero y detrás Antuan y Santi nos siguen a rueda durante toda la Vía.
Bueno no voy a entrar a describir los largos uno a uno, puesto que es una super-clasica que ya se ha comentado mil veces,  solo decir que es una vía divertida que alterna algún largo feote con otros muy buenos, pero que a nosotros nos hizo pasar una jornada de lo más entretenida, con unos diedros muy guapos y mantenidos en uno de los cuales Santi mantenía autenticas conversaciones con los friends que protegían el largo, mientras resoplaba como un camión Pegaso:  que si ¡¡¡prepárate amarillo, que voy a por ti!!!,  ¡¡¡ahí va,  que ahora le toca ala rojo!!!, vamos hasta el taco de madera tubo su charla ,je,je.  Ah y con un largo final que no voy a comentar, el que quiera saber detalles que vaya y lo vea in situ, solo decir que solo por hacerlo vale la pena venir hasta aquí. Eso si. muy importante, para hacer esta vía es imprescindible venir con buena compañía, como es el caso.

¡¡¡Mira, mira,  con manos y sin pies!!!



¡¡¡Pues yo, con una mano y sin pies!!! (vaya par de conejos)


Luego, en algo más de una hora, nos plantamos de nuevo en el coche y media hora más tarde rematamos la faena,  sucumbiendo a los encantos de Ana Mari de Benabarre ,  que le vamos a hacer, si es que la carne es débil,  digo, los güebos con longaniza.  Un abrazo conejil, y hasta la próxima                                                                                          

¡¡¡Pues yo, con dos manos, con dos pies y con la... (cabeza, mal pensaos) !!!


Los últimos supervivientes del equipo Conejo. S.O.S